domingo, 10 de agosto de 2008

The People Change

Holap, otra vez yop.

Mmmmm, que feo pero pues esto es como un diario, no creen?, Pero bueno. Hoy el tema a tratar, es la gente.

La gente cambia, siempre he pensado eso, cambia para bien o para mal. En la iglesia donde asisto, es común ver como cambian las personas con el paso de los años, durante su crecimiento. En la familia, en la escuela, en el trabajo, en todas partes, la gente siempre cambia.

En muchas de las ocaciones es triste, porque conoces a las personas, te acostumbras a ellas, pero nimodos, las situaciones hacen que empiezen a tomar diferentes actitudes con uno y con los que los rodean.

Recuerdo que como hace dos años fui a Mérida, cuando aun vivia mi abuelita Paula, y pues yo iba con el anhelo de ver a mis primos y poder salir a jugar con ellos, pero vaya sorpresa que me llevé, mis primos ya habían cambiado, aún recuerdo cuando iba con mi primo David hasta el Monumento a la Xtabay en el periférico por medio de una bicicleta, y fue tan divertido porque nos fuimos desde Polígono 108 hasta ese lugar. Aún recuerdo cuando iba a casa de mis primas allí por Emiliano Zapata Oriente y jugamos que a la pesca, pesca, patea la bola, busca busca, y un montón de juegos, cuando íbamos a los parques con mi tía Blanca de "guía de turistas", llevándonos de parque en parque hasta llegar a Pacabtún, cuando íbamos al parque hundido, al parque de Mayapán y Brisas, que recuerdos aquellos.

Más sin embargo, ese año cuando llegué, todo había cambiado. Mis primas ya habían crecido, unas ya estaban embarazadas, otras ya no quería jugar nada, mis primos se volvieron trabajadores, otros chemos, y dejaron los juegos. Crecimos, dejamos las bombitas, y siguieron a sus amigos. Que tristeza de vacaciones, me la pasé en Mérida, solo leyendo periódicos de Por Esto, recortando autobuses y buscando artículos de Templos Evangélicos, y noticias de las Asambleas de Dios, en ello. Salí a la puerta de la casa de mi abuelita, y pensé: LA GENTE CAMBIA, que tristeza, regresé a Cancún, con una gran desepción de Mérida. Todavía me acuerdo, cuando lloré una vez regresando en el autobús de Oriente, proque dejaba Mérida, creo que sabía que nunca jamás iba a volver a disfrutar de mis primos de esa manera, sabía que ya nunca jugaríamos nuevamente en las resbaladías, o iríamos a jugar a sus casas para jugar carritos o cualquier otra cosa, como palitos chinos, que nostalgía aquellos tiempos. Lo bueno que mi mami nunca me vió, pero eso sí, lloré con lágrimas de cocodrilo, jeje. Pero nimodos, tiempos aquellos.

Continúa mañana....

Conociéndome

Hola, son las 4:29 de la tarde y doy inicio a un nuevo blog, ya que me encanta escribir testamentos como dicen todos.
Hoy deseo escribir acerca de los Juegos Olímpicos en China, la verdad es que están padrísimos, a mí en lo personal no me gustan los deportes, no lo sé, no me habían llamado la atención hasta ahora, la verdad es que se ven muy divertidos, y sobre todo que no solamente es concursar, sino ganar. Pero en esta vida tan dificil, donde la competencia es cruel para quién no está preparado, pues resulta un poco feo, bueno eso pienso.

El ver, el voleibol cuando luchaban nuestras paisanas de México contra Brasil y que perdieron, que horror, o cuando el pais anfitrión, China jugaba contra Estados Unidos en el Basquetbol y perdieron, o en la gimnasia, donde nuestra paisana se calló de la barra de 10 cm, (que loco). De igual forma cuando nuestro hermanos latinos de Argentina jugaban contra Brasil en los partidos de futbol varonil, la verdad que interesantes se me hicieron los deportes, igual y sea la emoción, pues como mencioné no me fascinan los deportes.

Que nostalgía el saber que nuestro país está luchando para ganar y la verdad que reñidas están las competencias, uno diría, si yo estuviera allí, haría esto o aquello, pero es fácil decirlo, dificil que queramos intentarlo y cobardes para hacerlo, jeje.

Pero bueno, al menos los Juegos Olímpicos me ha hecho pensar en que está haciendo nuestro país México para darle gran auge al deporte, no lo sé, pero espero poder investigarlo.

La vida, la vida son como los juegos olímpicos, hay tantos competidores hablando secularmente, laboralmente, en lo deportivo, que están dedicados a lo que les apasiona. Muchos estudian y estudian y no dejan de estudiar, cuando entran al campo laboral, están súper preparados porque tienen los conocimientos necesarios para realizar sus actividades, llegan a ser grandes empresarios o directos de empresas multinacionales e internacionales.

Ahora, en la vida cristiana, que importante es todo esto. Hace como un mes, me incribí a una página cristiana de las Asambleas de Dios y comencé una discusión sobre temas de gran interés en la juventud actual, sin embargo que verguenza, porque mis posturas bíblicas no eran lo suficientemente convincentes como para que me apoyaran, eso me hizo sentir muy mal. Había dejado de leer la Biblia y pues toma chango tu banana, no sabía nada de gramática, interpretación, ni congruencia bíblica, eso sí que me hizo sentir mal.

Así son los juegos olímpicos, los más preparados, los que saben de lo que hablan son los vencedores, pero por esa razón, hay que seguir... algún día llegaremos allí donde se hagan los Juegos Olímpicos, si es que Dios lo permite, mientras tanto a seguir viviendo en Cancún, el Paraísio de México.

Saludos y que Dios les bendiga.